CAÑÓN DE RÍO LOBOS

“Encuentro de Meditación y Contacto”

16, 17 y 18 de octubre de 2015

OS PRESENTAMOS ESTE ESCRITO DE LO QUE ACONTECIÓ EN EL PASADO ENCUENTRO DE MEDITACIÓN Y CONTACTO, CELEBRADO EN CAÑÓN DE RÍO LOBOS (SORIA-ESPAÑA) LOS DÍAS 16, 17 Y 18 DE OCTUBRE DE 2015.

Resultados del Encuentro de Meditación y Contacto celebrado en Cañón de Río Lobos (Soria - España) - Octubre 2015

Encuentro de Meditación y Contacto celebrado en Cañón de Río Lobos (Soria - España) - 16, 17 y 18 de Octubre 2015 Encuentro de Meditación y Contacto celebrado en Cañón de Río Lobos (Soria - España) - 16, 17 y 18 de Octubre 2015 Encuentro de Meditación y Contacto celebrado en Cañón de Río Lobos (Soria - España) - 16, 17 y 18 de Octubre 2015 Encuentro de Meditación y Contacto celebrado en Cañón de Río Lobos (Soria - España) - 16, 17 y 18 de Octubre 2015

El viernes 16 nos reuníamos en San Leonardo de Yagüe, una población muy cerca al Cañón de Río Lobos, en un hostal que se iba a convertir en nuestro centro de encuentro a lo largo de este fin de semana.
Ya esa misma tarde nos desplazamos hasta las entrañas del cañón, cerca de la conocida Ermita de San Bartolomé y la Gran Cueva, donde tendríamos en la noche del sábado una inesperada experiencia.
Durante la tarde estuvimos preparándonos para los trabajos que a lo largo del fin de semana teníamos planificados: conectar con nuestro mundo interior, con los seres de las estrellas, con los hermanos intraterrenos de Río Lobos, y como no, la conexión energética de este sagrado lugar con la energía y centro de poder de Monte Perdido; además del que ya viene siendo habitual “Trabajo por la Paz” para nuestro querido planeta, por nuestra humanidad y todos aquellas formas de vida que nos acompañan en esta nave estelar llamada Gaia o Planeta Paz*.
El sábado fue transcurriendo dentro de la normalidad, entre meditaciones y mantralizaciones, con un grupo preparado y entregado al trabajo que facilitó el poder ir elevando paso a paso la energía del lugar y del mismo grupo de participantes. Algo muy importante a la hora de hacer este tipo de trabajos de meditación y proyección.
La primera sorpresa llegaba al mediodía.
Habíamos decidido quedarnos a comer en la misma explanada donde nos encontrábamos realizando los trabajos. Una comida liviana, unos famosos “bocadillos de queso” que compartimos entre los que nos encontrábamos reunidos. Mientras comíamos apareció un niño a la distancia que nos saludaba con su brazo extendido. No podía distinguir su rostro (no llevaba mis gafas) pero por su figura me pareció reconocerlo y lo comenté con el resto de compañeros. Enseguida nos dimos cuenta que unos pasos más atrás venían un grupo de personas, entre ellas nuestra querida familia Josep Tomas e Iris Carbonelli, junto a sus otros hijos, unas amigas de Barcelona y otras personas que aunque no conocíamos en persona aún, conectaríamos desde el corazón en un instante.
Toda una sorpresa habernos encontrado en Río Lobos. No sabíamos que ellos iban a estar ese mismo fin de semana realizando unos trabajos que los seres de las estrellas también les habían comunicado. Así es como desde arriba organizan ELLOS los trabajos para la humanidad en cada momento. Nada es casual sino que todo obedece a un propósito mayor.
Reunidos los dos grupos realizamos un primer trabajo por la Paz del planeta. Había que aprovechar las circunstancias y energía de cada grupo en una causa común. Tras el encuentro, volvimos a separarnos para proseguir cada grupo con su plan de trabajo.
En el transcurso de la tarde, tras las primeras mantralizaciones, se recibió el siguiente mensaje de La Gran Hermandad Blanca Intraterrena de Río Lobos:

“Amados Hermanos.
Cada vez nos encontramos más cercanos a ustedes. Les agradecemos su trabajo y entrega en estos tiempos que juntos nos toca compartir. Desde el interior de Río Lobos nos mostramos ante ustedes llenos de orgullo por poder sentir sus divinas presencias.
Gracias de todo corazón.”


A continuación realizamos el trabajo de enlace energético de Río Lobos con Monte Perdido. Ambos lugares quedarían unidos energéticamente y Río Lobos pasaba de este modo a depender energéticamente del centro de poder de Monte Perdido. Los seres intraterrenos de Monte Perdido se harían cargo de Río Lobos tras este enlace energético y protegerían así este sagrado y antiguo enclave de luz.
Tras este trabajo solicitado ya hace meses por los seres de las estrellas continuamos con nuestras meditaciones y mantralizaciones. De nuevo una comunicación llegaba telepáticamente. Con imágenes me mostraban un trabajo a realizar in situ, concretamente en la Gran Cueva de Río Lobos. Debíamos formar dos grupos, uno con las chicas y otro con los chicos. Casualmente para realizar este trabajo éramos siete y siete. Número clave para abril portales. Cada grupo iría entrando en la cueva a mantralizar el mantra sagrado OM, primero las chicas y luego los chicos. Así que nos pusimos en marcha. La tarde pasaba ya a ser noche cuando comenzamos este trabajo indicado por los hermanos de las estrellas.
Ya habían comenzado las chicas con su mantralización cuando empezó a caer una ligera lluvia sobre el cañón. Los chicos recogimos todos los útiles del grupo y nos dirigimos a la entrada de la Gran Cueva a resguardarnos de la inclemencia del tiempo. Mientras tanto, ellas seguían mantralizando.
Terminada su tanda de mantras fueron apareciendo las chicas en la entrada de la cueva. Allí mismo tomamos el relevo los chicos y poco a poco fuimos adentrándonos en lo más profundo de la cueva. Había que hacer vibrar todo el Cañón de Río Lobos.
El silencio nos acompañaba. Comenzamos nuestra mantralización del OM Sagrado. La oscuridad era total en el interior de la cueva, así que decidí mantener los ojos abiertos por si algo sucedía.
Ya llevábamos mantralizados bastantes OM cuando observé luces moviéndose e iluminando el techo de la cueva, pero pensé que quizás las chicas habían encendido alguna linterna en la entrada y que la luz de éstas llegaba hasta el interior, iluminando el techo de la misma. Otros compañeros del grupo también lo observaron.
Al terminar nuestros OM Sagrados y tras unos instantes de relajación y silencio sentí que debíamos terminar aquel trabajo con el Mantra Zin-Uru, usado para abrir portales entre dimensiones. Comenté esto al resto de grupo de chicos y comenzamos. Casi al unísono, las chicas en la entrada de la cueva, se sumaron a esta mantralización con el mismo mantra. Aquello sonaba como un “coro de ángeles”.
Las luces seguían moviéndose por la cueva, como si alguien estuviese con varias linternas enfocando el techo. Terminamos de mantralizar tanto los chicos como las chicas y después de unos minutos de silencio, parte del grupo femenino se adentró en la cueva hacia nuestro encuentro y aquellas luces del techo cesaron. Desde nuestra posición, en la parte más profunda de la cueva, divisamos como varias linternas ascendían por la cueva hacía donde nos encontrábamos.
Lo primero que nos preguntamos chicos a chicas y viceversa, fue si alguien estuvo con las linternas encendidas durante el trabajo. La respuesta fue negativa y nos quedamos perplejos por lo vivido pues nadie estuvo haciendo luces en el interior de la cueva durante las mantralizaciones. Ellas pensaron que éramos nosotros y nosotros que eran ellas, así que sin haber sido nadie del grupo allí reunido quien provocara ese efecto luminoso en el techo de la cueva, sólo cabía entender que, o bien había sido a causa de la energía movida al mantralizar y hacer vibrar el lugar, o bien desde el retiro intraterreno de Río Lobos nos habían de algún modo acompañado y permitido estar en comunión con este mágico lugar.
No fue esto lo único que ocurrió en el interior de la cueva. Algunos de los compañeros sintieron la presencia de seres a nuestro alrededor mientras mantralizábamos. Al fin de cuentas, el trabajo había sido cumplido con buena nota y así nos lo haría saber a través de comunicación al día siguiente.
La lluvia que nos había acompañado a lo largo de este espacio de mantralizaciones en la cueva fue cesando poco a poco. Tomamos allí mismo un tentempié mientras comentábamos lo ocurrido en el interior de la Gran Cueva. Tras la “semi-cena” sentimos que quien así lo sintiera podía pasear por el cañón a su libre albedrío. La noche aún nos tenía deparada alguna sorpresa.
Poco a poco los compañeros y compañeras fueron abandonando la entrada de la cueva y allá donde cada cual sintió, se fue dirigiendo. Sentí que aún era temprano para salir a dar ese “paseo” por el cañón acompañado de la oscuridad de la noche y preferí quedarme más tiempo en mi silencio interior a la entrada de la cueva. Fue entonces que comencé a sentir la presencia de los guías de las estrellas, pero no como en otras ocasiones. Era como si algún objeto invisible estuviera sobre el cañón, una presencia sutil de nuestros hermanos de las estrellas. Y llegó el momento de salir a dar mi “paseo personal”.
Iba solo, atento a mi alrededor, caminando por el sendero que transcurre por el cañón, cuando sentí unas presencias. Otras veces había sentido a los guías cerca de mí y aquella energía no se correspondía con la de ellos. El cielo seguía encapotado y una extraña luminosidad había en el entorno.
Decidí volver sobre mis pasos y buscar a alguien que compartiera mi camino. Fue entonces que me encontré con mi esposa Rosa y juntos volvimos a recorrer el mismo trayecto que unos minutos antes había realizado a solas. Ella sintió lo mismo que yo minutos antes y esa extraña luminosidad seguía allí.
Volvimos de nuevo a la cueva y lo comentamos con los compañeros que allí había en ese momento y decidimos ir todos junto al lugar para sopesar la situación.
Juntos nos acercamos. Comentamos lo ocurrido y algunos de ellos también sintieron las presencias y pudieron ver esa “luminosidad”. Dimos unos pasos adelante para ver que había allí desde más cerca. Ciertamente había presencia en aquel lugar, presencias como estatuas, quietas, inmóviles, como si no se alteraran por andar nosotros entre ellas. Algo extraño ciertamente. No eran los guías, ni tan siquiera seres elementales. Fue entonces que me aparté de aquel lugar y me senté en medio del camino a observarlo desde la distancia.
Habían pasado unos pocos minutos cuando observé que por el mismo camino en el que me encontraba sentado se aproximaban un grupo de caballos con sus jinetes. Eran caballeros templarios. Venían galopando hacia mí y mi primer impulso fue agacharme cuando pasaron sobre mí. Quedé sorprendido. ¿Qué estaba ocurriendo?
Antes de esto, sentado a la entrada de la cueva, había tenido la impresión de haber visto la figura de un lobo paseando frente a la misma, pero no le había dado importancia al hecho. Así que volví a sintonizarme con el lugar y seguí observando aquellas presencias y luminosidad entre los árboles del cañón.
De nuevo volví a ver a los caballeros templarios galopando por el camino. Esta vez no me aparté y simplemente pasaron por donde me encontraba, como si de una niebla se tratara. No sabría decir si eran otros jinetes o si por el contrario era la misma escena repetida.
Comencé a comprender que esta ocurriendo y lo comenté con los compañeros. Era muy probable que alguien hubiera estado manipulando energéticamente el lugar, y por ello, los seres intraterrenos de Río Lobos tuvieron que “cerrar” su retiro, tal y como nos habían comunicado en nuestra anterior visita al lugar en el mes de julio.
No le dimos más importancia al hecho que haber sido testigo de un fenómeno “paranormal”, una visión de dos tiempos en un mismo espacio. Volvíamos a la cueva para irnos ya retirando a descansar cuando el lobo volvió a hacer acto de presencia. Otro lobo, que como los caballeros templarios no pertenecía a nuestro tiempo y espacio.
A la mañana siguiente volvimos al cañón a terminar nuestro trabajo. Quedaba pendiente el “Trabajo por la Paz” que venimos realizando en cada salida. La energía del cañón había cambiado desde la noche anterior, aunque de un modo muy sutil.
Para comenzar, una relajación y una mantralización, tras la cual volvimos a recibir comunicación.

“Querido Hermano, desde las estrellas les saludamos.
Ayer estuvimos trabajando en la distancia con ustedes. La energía, hasta su llegada a Río Lobos, no nos era muy positiva para permitirnos descender a tierra junto a ustedes, aún así, cada cual de los componentes del grupo fue ajustado energéticamente a través de nuestra tecnología.
Hoy las circunstancias han cambiado. Desde las estrellas les agradecemos el trabajo de anclaje que ayer realizaron. Hoy todo es distinto y podremos permanecer más cerca de ustedes a lo largo del día.
Ciertamente, lo que ayer pudo ver Diego son reflejos de un tiempo pasado, resultado de la reverberancia provocada por las energías que hasta Río Lobos habían venido trabajando ciertos grupos de humanos con unos propósitos no muy bien dirigidos.
Ahora no importa lo que sucedió sino que el anclaje y la protección han sido realizadas y que como muy bien sintió anoche, los Maestros de Monte Perdido se seguirán encargando de este lugar.
Pronto podrán subir a nuestro desplazador energético. Ahí les serán entregadas nuevas herramientas e información, alguna codificada para futuros encuentros y el devenir de sus vidas.
Con AMOR, Antarel.”

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“Desde Monte Perdido nos ponemos en contacto.
Querido Hermano, soy Azuel.
Gracias de nuevo por el trabajo realizado. Anclaje y conexión han sido efectuados con éxito.”

Volvimos a la meditación y nos proyectamos al interior de una nave estelar. Allí cada cual recibió lo correspondiente. Tanto a mi esposa Rosa, como a mí, nos dieron indicaciones para una próxima salida ya para el año 2016. Ya llevábamos tiempo sintiendo en nuestro interior ese lugar, pero hasta ese momento no teníamos fechas. A ambos se nos comunicó la fecha para ese próximo encuentro, por lo que nos pondremos en marcha para prepararlo. Ya os iremos informando próximamente.
Ya era mediodía y tocaba cerrar el fin de semana con el “Trabajo por la Paz”. Así, nos dispusimos en círculo y como siempre fuimos envolviendo en luz a nuestro mundo y todos los seres que en él habitan. No sólo fue un trabajo del grupo, sino de todos aquellos seres que quisieron colaborar en este proyecto de Luz, Paz y Amor por nuestro mundo y nuestra humanidad.
Una experiencia de contacto con nuestro mundo interior, con el Cañón de Río Lobos y los seres intraterrenos que guardan de este hermoso y místico lugar, y también con los hermanos de las estrellas que siempre vienen acompañándonos en todo nuestro camino como seres humanos.
Tras el cierre del fin de semana, abrazos y despedidas. Siempre esperando un nuevo re-encuentro con nuestros queridos amigos y hermanos.
Un abrazo de corazón.

Diego Cintas y Rosa Gonzalez

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* - Nombre que recibimos en Monte Perdido el pasado día 21/09/2014 a través de Antarel para nuestro nuevo mundo.

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